jueves, 10 de julio de 2008

IX FIESTA LA BIZNAGA

IX FIESTA LA BIZNAGA

Superado el año 1982 y los primeros meses del siguiente, Antonio Rodríguez Castillo decide dar por cumplida su etapa al frente de la Entidad y decide convocar Asamblea General Ordinaria donde será convocada nueva elección de Presidente. En esta, se presenta D. Andrés Vázquez Lobato, que ya tenía años de experiencia adquirida en su etapa como componente de la Junta Directiva anterior.

Llevada a cabo la Asamblea y expuesto el estado de cuentas de la Peña, se realizan las votaciones saliendo como presidente electo, D. Andrés Vázquez Lobato que en fraternal competencia se había presentado junto a Francisco Gallardo de la Rosa.
El nuevo Presidente entra con fuerza en su cargo y da un buen impulso a la Entidad en su funcionamiento y organización, pues se rodea de una buena Junta Directiva, que trabaja denodadamente en pos de las ideas marcadas al inicio de su mandato.
El secretario de la Entidad D. Antonio Gil, escribe una carta al Presidente del Senado D. José Federico de Carvajal para solicitarle sea el Pregonero de la IX Fiesta la Biznaga, a la que contesta accediendo a tomar la responsabilidad ofrecida y dando su visto bueno, lo que se acoge con gran alborozo entre todos los componentes de la Peña.
Una vez conseguido el responsable del plato fuerte del evento, se decide por primera vez crear el cartel anunciador de la Fiesta; la Junta consigue el ofrecimiento del artista Tomás Galiana quién cede su creación.
Una vez realizada la obra fue presentada en los salones del domicilio social de la Entidad.


1º. Cartel que se crea para anunciar la edición de la Fiesta.La Junta Directiva consigue conformar un interesante programa contando con las acutaciones Vicente del Pino, Ballet Clásico Español Canela Fina para dar introducción a la Fiesta, así como el incombustible Enrique Montoya.
En al apartado de artista estelar, se contrata a una figura excepcional del momento, pues es nuestra representación española en Eurovisión con el éxito propagandístico que ello conlleva, ella no es otra que Remedios Amaya y el lugar de celebración es el mismísimo jardín botánico de La Finca La Cónsula, en Churriana

Como cada año se recibe el ofrecimiento de un grupo de baile que da la voz de inicio de la Fiesta. Este año se consiguió que Radio Cadena Española colaborara con el acto. Por ello el conductor de la misma fue Diego Gómez Cabrera.

Ya en el año anterior, la Corporación Municipal, con su Alcalde Pedro Aparicio a la cabeza, decide hacerle mención especial de Fiesta Cultural y otorgarle una subvención de 100.000.- Ptas, y de esta forma se consigue el patrocinio del Excmo. Ayuntamiento de la Capital.

Luis Pérez Romero y Manolo Gallego con Remedios Amaya
El acto transcurre como cada año con total normalidad en su apertura de fiesta, entrega de distinciones, entrega de Biznaga de Plata al Pregonero, desfile de aspirantes a Miss Biznaga, recayendo el titulo en esta edición en Juli Evans ( hija de socios), y que tan dignamente paseó su titulo por Málaga.


En la foto podemos ver a Juli Evans junto a su hermano, posando ambos de flamencos en un acto de la Peña en edad infantil. ¡ Quién le iba a decir a Juli Evans en ese momento, que pasados unos años iba a ser la bella representación de su Peña como Miss Biznaga 1.983!.

En la foto vemos a la srta. Evans Collado siendo nombrada Miss Biznaga 1983.





PREGÓN
IX FIESTA LA BIZNAGA


Por: José Federico de Carvajal
Presidente del Senado

La flor de la biznaga, el Pregón de la Biznaga, Málaga:

Málaga de mi niñez, siempre añorada, añoranza dentro del alma, sin saber por qué, pues muy niño dejé mis lares. Y esta añoranza me ha hecho cada año, con mi mujer y mis hijos, ir en busca del mar azul, de la blanca espuma, hasta que fui elegido senador, en 1977, que hube de abandonar el mar y el cielo y la espuma, y Málaga, por la palabra, por la Constitución. Y lo siento, y me alegro a la vez.
El viaje, que siempre hacía en Agosto, era rico en contrastes, recuerdo, aquel cartelón que avisa, un par de kilómetros antes de Puerto Lápice, “ viajero, aquí empieza La Mancha “, Manxa o tierra seca para los árabes, parte de Castilla, hoy Castilla La Mancha, Castilla que aplasta.
Y en la sierrecilla del oeste del Puerto el molino del bachiller Sansón Carrasco, y D. Quijote, que vigila nuestro paso para defendernos de gigantes y endriagos, la lanza en ristre, toda fantasía, la
adarga el brazo, toda corazón. El, presto a vencer nuevamente los tres gigantes, los tres molinos, que quedan en el Campo de Criptana, restos de aquellos con los que, en tiempos de Don Miguel, se midió en desigual batalla.
Y nuestro segundo alto es Córdoba, ¿quién no conoce Córdoba ?. Por eso dice la nombrada, Córdoba la nombrada. Romana, Mora y Callada.

¡ Ay, Machado de mi corazón ! y el contraste, los molinos y la Mezquita, la Manxa, tierra seca y el Patio de los Naranjos y el aljibe de Al. O tomamos por Granada, agua oculta que llora, de nuevo Machado, y de nuevo el contraste. El Generalife, agua menuda, donde de ven las ansias del hombre del desierto, o la Alambra, que nos recuerda las intrigas cortesanas, las luchas de haren, y la trágica muerte de los abencerrajes, que eran la flor de Granada. . . .
Y llegamos a Málaga, y a la Alameda y a sus flores y a la biznaga. Se vende olor. El vendedor poeta nos ofrece la biznaga, biznaga, voz mozárabe, que trae recuerdos de lejanos tiempos. Cuando en estas tierras los cristianos se llamaron mozárabes y más tarde los árabes se llamaron moriscos. ¡ Ay Hamet el Seguí ¡. Cuando el mercader Dordux, Ali Dordux quiso entregar la plaza a los Reyes Católicos, tú te encerraste en Gibralfaro, y fue Sagunto, y Numancia. Compatriota malagueño, yo, cinco siglos más tarde, te saludo y reivindico tu valor.
Y un acto heroico, recuerda otro acto heroico. El General Torrijos, preso de forma aleve y fusilado, paradoja, en el beso de la playa y del mar, por defender la Constitución. Constitución y muerte será nuestra divisa. La suya y la mía, la nuestra. Si algún traidor la pisa, la muerte sufrirá, No, la muerte no, la Constitución suprime la pena de muerte. La Constitución nos da la libertad. Y Torrijos escribe a su mujer una carta maravillosa, pergamino de Besteiro en el Ayuntamiento de Málaga, y en ella dice que quiere mandar el pelotón que le ha de fusilar. Como otro héroe, años mas tarde, el general Don Diego de León, la primera lanza de España. Su confesor se lo prohibió, hubo de contentarse con decir: “ soldados cumplir con vuestro deber”.
¡ La libertad ¡, Málaga es tierra de hombres libres. ¿ Será por el perfume de la biznaga ? .O por el sol, o por el cielo, o por su cante, Málaga cantaora. Otra vez Machado, la malagueña, el mas jondo de todos los cantes, el más desgarrado y dolorido. En el está la nostalgia de la gloria nazarita, o el duro sudor del trabajo de todos los días, o la novia perdida, o la libertad que se nos escapa. Como acertó quién dijo que la malagueña es de las coplas que en mayor grado producen sensación de
protesta y abandono y que más tienta a ser relacionadas con el sentido andaluz de rebeldía social.
La libertad, como amo la libertad. Como aquellos carbonarios que en el siglo pasado, embozados conspiraban contra los monarcas absolutos, a la luz de los velones. Y vuelve Torrijos, y Riego, y Marianita Pineda fusilada por bordar una bandera. Si me viera Pedrosa bordando la bandera de la libertad. Y Juan Marín el empecinado enjaulado y muerto a ballonetazos. Pero ya tenemos la libertad. Y no hay nada más bello que estar en Málaga, Málaga cantaora, Málaga la bombonera, bajo su cielo azul, en libertad.
Pero ¡ donde he dejado la biznaga ¡, las ideas se suceden, se atropellan, se esperan en la evocación. La biznaga es esa planta donde se montan los jazmines y los pedúnculos de su flor se utilizan en algunas partes como mondadientes, por el suave olor que dejan en la boca, pero hay otra biznaga, con un significado más trágico, menos amable, la que los aztecas llamaban tecomite, planta sagrada, cuyas espinas se clavaban los indios en sus ritos primitivos. Y no evocan el olor de los jardines andaluces, ni las rejas de hierro, ni los labios de grana, sino el olor de la sangre, corazón de piedra verde, sacrificios humanos allende del mar, de la mar océano, que para Castilla conquistaron Cortés, Pizarro, Núñez de Balboa y Bernal Díaz, de nuevo se escapa el pensamiento en la evocación.
La biznaga, hoy es el jazmín, el jazmín todo olor, se vende olor.¿se puede vender olor? ¿ es posible aprisionar el perfume de la flor?.
Esta tarde, yo quisiera, evocando a Rubén, hacer un prendedor, con un verso y una perla, una pluma y una flor. Y un perfume, el perfume del jazmín, un prendedor para las mujeres malagueñas, un prendedor recuerdo del paso de un peregrino, peregrino en su tierra, peregrino.
Mas me olvido de Málaga, de sus flores, de la Alcazaba, gloria nazarita, siglo XI, hoy toda jardín, uno de los más bellos jardines que yo conozco. Surtidores, acequias, adelfas, sobre todo adelfas, las adelfas de tu patio. En el jardín de m casa, en la áspera meseta castellana, tengo adelfas, adelfas rosas, adelfas blancas, y por el perfume de las adelfas sigo en Málaga.
La Alcazaba, tanta flor. Las almenas, las duras almenas pierden su aspereza. Ya no se escucha el estruendo militar de añafiles y atables al pié de las altas torres. Ni el piafar de los caballos, ni el hierro del bocado y de la adarga, ni las trompas de guerra llamando a rebato sobre tierras cristianas. No, se escuchan palabras de enamorado en los amables senderos del jardín. Y los pájaros, y suspiros de mujeres. Y todo ello también es gloria nazarita. Y cristiana, la Virgen de la Victoria, la Reconquista. Málaga siempre.
¿ Y la Alameda ? ¿ y el Parque ?, En ellos el fiero sol se tamiza, la vida es más amable. Todo es más fragante. ¡ Cuanto verde tiene Málaga ¡. Málaga la clariverde, porque es blanca y verde. Y es azul. Y es iluminada. Es Málaga.
¿ Pero y el mar ?, E mar nuestro, por donde llegaron los Fenicios, las tablas de Málaga, la ley, la cultura, antes de Roma, y de Bizancio y de los árabes y de la Reconquista.
¡ Y el mar ¡ El mar. Y la ola, y la barca del pescador y el copo y los chanquetes, y los espetones en la playa.
La playa, la arena y el agua, el sol y la espuma. Húmeda sal marina y blanca de espuma verde. ¡ hay algo mas bello que una mujer malagueña en una playa de Málaga!, una mujer malagueña, dormida en la arena, llena de estrellas y peces.
La biznaga. Cuantas cosas me evoca el olor de la biznaga. Es olor que embriaga. A veces parece vino, vino malagueño. Ennegrézcanse las blancas copas con el viejo Falerno – decía Marcial – Falerno. Málaga, vino. Y Horacio, no perduran los versos de quién no bebe vino. Yo quisiera ser poeta y cantar a Málaga en versos alejandrinos. Como Juan Ruiz, Arcipestre de Hita. La grave censura de su alejandrino revela el espacio, que media entre sorbo de cálido vino y un verso de Horacio.
Y Machado: Siempre brota Machado de mi corazón. Un vino risueño me dijo el camino. Yo sigo los aúreos consejos del vino, que el vino es a veces escala de ensueño. Un vino risueño, un vino de Málaga, dulzón y alegre. Un vino para beberlo sin prisas, que el tiempo no existe. Zenón, Zenón, que maravilla los presocráticos.
El jazmín en la biznaga. Me lo ofrecen en una penca a la orilla del mar, la blanda ola que se duerme en la playa. En la playa que sueña, en la noche platinoche, Lorca. Y yo cojo la biznaga y la ofrezco, ojos glaucos, ojos verdes, que se confunden con el mar. ¿ Hay algo mejor que una biznaga para ofrecer a una mujer ?, perfume y olor, y verso, y amor, y poesía, pétalo a pétalo puestos en la biznaga. Y ofrecerla en la noche malagueña, al lado del mar, y de la ola y de la espuma. El jazmín y perfume del mar. Un prendedor. La noche, tus ojos, un poco de Schuma y mis manos llenas de tu corazón. ¡ Poeta de corazón del mar ¡

Me falta la guitarra. ¿ Donde está la guitarra ¿ En el amanecer de Castilla con un romance heroico. En la noche malagueña, bajo la honda estrella de los cielos. Con el perfume de los nardos. No de los corazón. De los nardos y de los corazón y de los mil olores de la noche inmensa, infinita, que desborda el corazón. Pobre corazón lleno de inconcretas.
La guitarra y las estrellas. Como se encienden las tórtolas tranquilas. Eros. Málaga, Málaga, eres el perfume de la biznaga y la risa de las mujeres. Tuyo es mi corazón. Machado, otra vez Machado.
No tiene más notas la guitarra mía.

José Federico de Carvajal
Finca La Cónsula
16 de Julio de 1983


IMAGENES DE LA FIESTA. EDICIONES I A IX
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