sábado, 2 de agosto de 2008

XXXII FIESTA LA BIZNAGA

XXXII FIESTA LA BIZNAGA

Adentrándonos ya en el año 2007, en los primeros meses el Presidente D. Alfonso Ruiz convoca Asamblea General Ordinaria para dar cuenta de resultados, proyectos de la Entidad, Presupuestos, y, para dar por concluido su mandato al frente de la Entidad una vez cumplidos los dos años como Presidente de la misma. Convoca Asamblea con tiempo de antelación comunicándose a los socios la posibilidad de presentar su candidatura a la Presidencia para los dos próximos años.

Consumido el plazo de presentación de candidatura sin que se produzca ningún alta se desarrolla la Asamblea dando cuenta de resultados y siendo aprobado por mayoría. En el apartado de elección presidencial dado que no hay alternativa, Alfonso Ruiz adquiere el compromiso ante los asambleístas de continuar un año más de Presidente, gesto que es agradecido por todos tributándole un caluroso aplauso.
Terminadas varias actividades cotidianas de la Peña, Alfonso Ruíz acordándose de la Fiesta la Biznaga del año en curso 2007, le pide a Manuel López Fernández le gestione la figura que le diseñe el Cartel de la Fiesta, quien le pone en contacto con Luís Ruiz Sánchez joven artista de la Pintura que diseñó una preciosa obra. Luís jovencísimo pintor pero con un extenso curriculum pese a su edad.

Autor del Cartel:
LUÍS RUÍZ SÁNCHEZ


Nace en el mes de Agosto del mismo año que la Constitución Española a orillas del Mar Mediterráneo, que con su azul claro, baña de luz y color a su Málaga natal.
A Luís, desde muy temprana edad, se le denota gran afición a la pintura y a las artes plásticas; es por ello que, a la edad de 10 años se inscribe en la Academia de pintura de D. Pedro Mendoza, donde recibe sus primeros consejos pictóricos durante dos años, para, a continuación, pasar a recibir clases docentes en la Academia del Profesor Robles Muñoz donde permaneció otros tres como alumno aventajado.
Pasa poco tiempo cuando decide trasladarse a residir en Sevilla. Allí su pasión por el arte, le lleva a inscribirse en la Universidad de Sevilla y llevar a cabo su Licenciatura de Bellas Artes en su especialidad de Conservación y Restauración de obras de arte, concluyéndola con nota sobresaliente.
Como complemento de su Licenciatura lleva a cabo un curso de conservador de Museos por el Instituto de Patrimonio Histórico Andaluz en el año 2002.
A partir de aquí, desarrolla una gran actividad profesional a nivel Regional de Andalucía llevando a cabo infinidad de importantes restauraciones: Retablo del Cristo de los Estudiantes de Sevilla, Imagen procesional de San José Obrero de Sevilla, Imagen de Santo Domingo de la Iglesia de los Humeros de Sevilla, Nuestra Señora del Rosario de Bollullos del Condado en Huelva, Nuestra Señora del Carmen de Huelin, etc. etc.
En el año 2003, de nuevo vuelve a afincarse en Málaga, donde realiza varias exposiciones y trabajos de pinturas por encargo de todas ellas:
Exposición colectiva en la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel.
Realiza la obra por encargo de “Cristo Yacente” en la Iglesia de la Cala del Moral. Obra de 2 metros por 2.
Obra finalista en el concurso de Pintura “ Andrés Eugenio Cazorla en Benamocarra.
Cartel de la Virgen del Carmen de los Submarinistas.
Exposición colectiva pequeño formato en la Galería Benedito.
Exposición colectiva “Salón de Otoño” organizado por la Asociación de la Prensa.
Accésit en el III concurso de pintura de la Asociación de Capuchinos.
En la actualidad desempeña el cargo de profesor de dibujo en el Instituto María Auxiliadora 2 de Marbella.

La presentación de esta obra se llevó a cabo en el Salón de los Espejos del Excmo. Ayuntamiento de Málaga el día 29 de Junio del año en curso.

En la foto podemos ver al autor Luis Ruíz junto al Presidente y a Marian "bella Biznaguera" que repartió biznagas a todas las asistentes.
Nuevamente, el presidente me honra encomendándome la labor de buscar Pregonero para la XXXII Edición.

En esta ocasión después de muchas gestiones y visitas varias, por fín, puedo darle la noticia de tener Pregonero para la Fiesta, su nombre: Excmo. Sr. D. José María Martín Delgado. Verdaderamente que después de aceptar nuestro ofrecimiento el ex-Delegado de Cultura de la Junta de Andalucía y mantener varias reuniones con el, nos sentimos muy halagados por la opinión que le merecía La Fiesta y sus Pregoneros.

Ya, adentrados en la Primavera, el Presidente por motivos laborales, ha de desplazarse a Valencia por un tiempo indeterminado, por lo que me cede la responsabilidad de la completa composición del programa para la Fiesta.

Tras muchas gestiones se conforma un programa excelente.

Para potenciar el sabor malagueño de la Fiesta consigo de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento nos envien la Panda de Verdiales de Villanueva de la Concepción, que con su Alcalde D. Francisco Ruiz Bueno a la cabeza, dieron con sus cantes y bailes a todos los asistentes que iban asomándose al acto una festiva bienvenida. En el momento de la llegada del Alcalde de la Ciudad, se dirigen a el y envolviéndolo en cantes y bailes verdialeros le acompañan a su asiento.

La Fiesta se aperturó como cada año por malagueñas, y en esta ocasión fue encargado el Grupo de Baile Jaleo, del Puerto de la Torre con Alicia Lara como directora del mismo. Con su actuación lograron arrancar un clamoroso aplauso de todos los asistentes.
En este punto es D. Teodoro León Gross quien sube al escenario, y hace una pormenorizada pero breve presentación del Pregonero amigo personal de él. Candy Gallardo solicita su presencia en el escenario y este agradeciendo sus palabras al profesor de la Uma Sr. Gross, comienza a evocar su Pregón lleno de recuerdos, sentimientos y deseos.Terminado el mismo y siendo acogido con largo aplauso por el público, el Presidente deja su asiento para dirigirse al escenario y hacer entrega de la Biznaga de Plata a D. José María Martín Delgado, gesto este que agradeció para a continuación firmar en el Libro de Oro de la Entidad.
Antes de continuar Candy Gallardo solicita la presencia de D. Enrique Cabrera Villegas, quién fechas anteriores dejara de ser Director del Distrito num. 8 de Churriana, para imponerle el Escudo de Oro de la Entidad por su valiosa colaboración en el desarrollo de ediciones anteriores de la Fiesta llevadas a cabo en la Cónsula.

De nuevo Alicia Lara va ha tener la alegría de ver a su grupo recibiendo nuevo aplauso del público, pues para cerrar el momento Cultural de la Fiesta las señoritas que componen el Grupo de baile Jaleo suben al escenario para dar sus pasos de baile de unas Alegrías, cosechando un extraordinario éxito.

La plácida noche con aroma de biznagas hace que el acto se vaya desarrollando con absoluta normalidad y de forma exitosa debido a su buena organización y en parte también por la perfecta actuación que tuvieron las bellas azafatas Anabel Ortíz, Mariló Franquelo y Amara Tempa, que siempre estuvieron atentas a cualquier requerimiento para acompañar al Protocolo del Acto. " Gracias. Mas que guapas."
El servicio de camareros se ha conseguido llevar a cabo de forma profesional y muy organizado estando todas las mesas atendidas rápidamente.
El reloj va avanzando y nos va adentrando en la hora del arte y del cante, y para cante y arte, el que nos trae Mara Díaz. Artista novel del mundo de la Canción Española que procede de esa cantera prolífica que tiene Málaga para ello; ella viene de quedar en segundo lugar del concurso de Televisión Española " LLuvia de Estrellas ", donde cosechó un extraordinario éxito con el nombre de " Tamara ", consiguiendo un segundo puesto que a fuerza de ser sinceros, se le quedó corto, pues lo aplausos que cosechaba en cada una de sus actuaciones delante de las cámaras auguraban un todavía mejor desenlace.

Mara Díaz nos cantó por Rocío Jurado, por Mara y lo hizo con una fuerza y un arte que no se comprende como una artista con ese nivel no ha triunfado mucho más alto aún, pues reúne todos los requisitos de una triunfadora, poder, voz, melodía, simpatía, etc. Desde aquí quiero llamar la atención de quién esté metido en este mundo y pueda, que apueste por ella, pues las condiciones que reune son excelentes para triunfar; es como un diamante al que le queda muy poquito por pulir. ! Ánimo Mara que tú lo vales !


De su actuación no puedo decir nada más que fue un éxito total, muestra de ello: el clásico otra, otra, otra, otra del público en varias ocasiones.

Para terminar la noche nada mejor que la Orquesta Al-Andalus the Family, por su nombre parece que viene del Reino Unido o por lo menos de Gibraltar, pero, no es así, ellos son puro malagueño, pues, quien no conoce en Málaga dentro del mundo de la música a los hermanos Pepe y Antonio León. Ellos, grandes profesionales de la música donde los haya, hicieron el deleite del público, pues consiguieron sacar a bailar a prácticamente la totalidad de los asistentes, tuvimos baile hasta las 3 de la madrugada y esto dice mucho de la calidad del Grupo.


Una vez que el acto camina a su fín no cabe más que felicitar primero a la Peña La Biznaga, por el éxito de su Fiesta y seguidamente a su Presidente junto a su Junta Directiva que tan buena labor desarrollan.


PREGÓN
XXXII FIESTA DE LA BIZNAGA

Por: D. José Mª. Martín Delgado
Catedrático de Derecho Financiero
y Tributario.


Sr. Alcalde, Sr. Vicepresidente de la Diputación, señoras y señores concejalas y concejales, señoras y señores directivos de la Peña La Biznaga y otras Peñas y Agrupaciones presentes, Autoridades, amigas y amigos.
He escuchado con gratitud las cariñosas palabras, más de elogio que de presentación, con que mi buen amigo Teodoro me ha introducido en este acto y que demuestran que es una persona generosa y de buen corazón, amigo de sus amigos.
Teodoro León Gross es una de las jóvenes inteligencias mejor cultivadas de nuestra ciudad y fue el anterior pregonero. Por eso les advierto, desde ya, que no podré emular sus aciertos en este cometido, que siendo gratificante para mí, dudé mucho en aceptar.
Solo puedo decirles que, al menos, lo igualaré en una cosa: en la pasión y en el afecto que voy a poner en mis palabras.
Les repito que dudé mucho en aceptar esta encomienda de ser pregonero de la Fiesta de La Biznaga y que mi primera reacción intuitiva fue declinar el ofrecimiento. Sobre todo por temor a no dar satisfacción a las expectativas de un pregón como este, de tanta tradición y significado para los malagueños y malagueñas.
No obstante, todo un conjunto de sentimientos me hicieron reconsiderar esa negativa. Sentimientos que, sin embargo, no me sirvieron para desechar ese temor a defraudar, que todavía ahora siento.
Pronto comprendí que solo se le pide a uno que hable desde el corazón; desde sus afectos y desde sus vivencias.
Y eso es lo que me dispongo a hacer esta noche ante ustedes, contando con su paciencia, con su comprensión y con su benevolencia.
Dije sí porque pensé que este pregón, y la biznaga, algo tan nuestro, podía ser una magnifica ocasión para expresar algunos sentimientos y algunas reflexiones personales sobre esta expresión popular, que es ya uno de los iconos de la cultura tradicional de Málaga, con la que, desde luego, se nos identifica y conoce.
Pensé también que las personas que integran la Peña La Biznaga, merecían con exceso este modesto esfuerzo mío. Cada uno de ellos personalmente; su peña como colectivo; y también lo que representan: un modelo asociativo ejemplar, sin cuyo conocimiento es imposible explicar y comprender la historia de esta ciudad y lo que ahora somos.
Porque las Peñas son una forma de ser de esta ciudad; una forma de organizarse los malagueños y malagueñas para vivir en común su ciudad y hacerla día a día.
Málaga, por sus circunstancias históricas, no ha tenido una estructura social muy definida, ordenada en estratos sociales más o menos rígidos. Antes al contrario, hemos tenido, y tenemos, un tejido social muy flexible.
- En parte porque somos una ciudad de alubión, que ha sabido acoger siempre a personas procedentes de otros territorios, que han venido a nosotros atraídas por la amabilidad y los encantos de un lugar y de una comunidad que hace fácil la vida.
- Y en parte, y también como consecuencia, porque somos una ciudad abierta y universal que hace de la hospitalidad una manifestación esencial de su comportamiento colectivo.
Eso nos ha llevado a organizarnos socialmente de un modo singular. Huérfanos de potentes instancias institucionales o económicas, ha tenido que ser el propio colectivo social, de manera espontánea y autogestionaria, quien generará los ámbitos de convivencia colectiva que estructuran la ciudad. Así nacieron las Peñas. Como agrupaciones de personas, reunidas en torno a unos propósitos comunes, con el afán desinteresado de compartir vivencias, y guiadas por un sentimiento generoso: el amor a lo propio.
LA Peña La Biznaga es un ejemplo de cuanto digo.
Nacida de un impulso malagueño, adoptó como emblema la biznaga, para reafirmar sus raíces y su apego a nuestras tradiciones. Sus integrantes ha sabido conservar y dar nueva vida a nuestras señas de identidad más elementales y propias, proporcionado plena vigencia a este símbolo malagueño y a todo lo que comporta.
Así, han acrecentado nuestro acervo, acumulando comportamientos que lo enriquecen y lo vigorizan, como es el caso de este Pregón que, con sus 32 ediciones, se ha incorporado por méritos propios a nuestra tradición cultural más íntima y pública.
Y lo han hecho con el concurso de los pregoneros, entre los que se encuentran personas muy relevantes en el pasado, presente y futuro de Málaga. La mayoría de ellos son ya personajes incorporados también a nuestra historia.
Excelentes poetas, representantes institucionales y destacados ciudadanos componen una nómina de excelencia en la que yo solo estoy por la generosidad de otros.
También por respeto a ellos acepté abrumado porque ¿ Como emular al añorado Rafael Pérez Estrada, o al maestro Manuel Alcántara?.
Solo intentarlo, sería una insensatez. Ni tengo sus condiciones, ni habilidades de pregonero. Por eso me limitará a exponerles unas reflexiones personales, que son sinceras y afectuosas, por quienes me lo han pedido y por referirse a Málaga.
He tenido siempre una idea popular y entrañable de la biznaga.
Desde edad temprana, la he visto pasear por las calles de Málaga, perfumando la ciudad, y forma parte de mis imágenes infantiles más agradables. Quizás no sólo por sus propias virtudes, sino egoístamente porque con ellas se olía la llegada del buen tiempo y la cercanía de las vacaciones escolares. En definitiva la alegría de la primavera.
Más tarde, con la lucidez que dan los años, la fui comprendiendo mejor. Supe apreciar algunos de los valores malagueños que se esconden tras la belleza y el olor de una biznaga.

La naturaleza que nos da el jazmín.
El ingenio y la inteligencia que nos permitió concebirla.
La destreza y el primor para crearla.
La sensibilidad y el gusto para disfrutarla.

Mucho se ha dicho y escrito sobre la biznaga, por lo que poco podré añadir yo.
Como nos dejó dicho Teodoro León, la biznaga es una flor que no es una flor. A lo que yo añadiría, si el me lo permite, que es una flor colectiva; una flor cooperativa. Un ramillete de jazmines que se ensartan cerrados y solo cuando están juntos, se abren en armonía, desplegando toda su belleza y olor. Cada uno de ellos, en solitario, solo es un jazmín. Unicamente cuando están juntos, componen una biznaga. Esa es la magia de lo colectivo: que trasciende a la mera suma de las individualidades, para crear algo nuevo; algo de un valor superior a la simple consideración algebraica.
Comprendo que esto pueda merecer escasa valoración poética, pero tiene una extraordinaria fuera simbólica.
No es casual que la biznaga sea un símbolo de Málaga. Aunque solo fuera por su belleza, ya tendría explicación. Pero hay algunas razones más. Incluso una razón comercial que recuerda nuestro origen fenicio, ya que la biznaga se vende, clavada en una penca, por las calles y plazas.
Naturaleza y flor están en el origen de la biznaga. Y Málaga ha sido tradicionalmente una ciudad de jardines. De una naturaleza exuberante y fértil que, a veces nos llama a la añoranza. Porque tal vez ella haya sido más generosa con esta ciudad de lo que lo hemos sido sus habitantes. Aunque las cosas tienen todavía remedio. Este hermoso jardín en el que estamos, es una muestra de lo que podríamos conseguir en complicidad y armonía con la naturaleza.
Pero al jazmín, una flor frágil, había que añadirle ingenio e imaginación para idear algo nuevo. Y no me digan que imaginación e ingenio no son características de esta tierra de creadores y artistas. De este pueblo malagueño, bullicioso e inquieto, que conoce del arte de vivir con alegría, incluso en las dificultades. Que ha sabido progresar sin demasiadas ayudas. Así se pudo concebir la biznaga: como fruto de una manera de ser.
Pero se necesitaba además sensibilidad para tratar esas delicadas flores y ensartarlas, una a una, en la umbela, sin romper su fino tallo. Esta es una tarea de primor que sólo quienes están habituados a tratar con jazmines, pueden llevar a cabo con la precisión y destreza necesarias. A veces son manos rudas que se tornan sutiles al realizar estas operaciones, transmitidas de generación en generación.
Por último, está el gusto para apreciar las cualidades de la biznaga, que es mucho más que su apariencia. El deleite para disfrutarla. Si no tuviera estas virtudes y no hubiera quienes la valoraran en su verdadero sentido, la biznaga no hubiera trascendido hasta nuestros días, y menos como un símbolo de Málaga.
Pero conviene recordar también, que la biznaga es una flor algo efímera, como la gloria y la propia vida. Pronto las vemos perder su blancura y la gracia de sus jazmines, que se ennegrecen y marchitan, como aludiendo a ese carácter impetuoso pero algo inconstante que, a veces, tenemos los malagueños y malagueñas.
Esta es nuestra biznaga; la que describiera sonoramente uno de los poetas malagueños más representativos., Salvador Rueda, en su canto popular a Málaga,

“ Clavada en su penca verde
van las biznagas fragantes
cuyas esencias flotantes
la brisa en sus ondas pierde.
No hay alma que no recuerde
de esa flor el movimiento;
la mujer mueve al son lento
la penca con sus olores,
la penca mueve las flores
y los jazmines el viento. “

Pero hay otra biznaga, si se quiere más popular y artesana y que tengo también viva en mi recuerdo, aunque sea una biznaga impropia.
Me refiero a aquellas que suelen amañarse las mujeres de esta tierra para su ornamento personal. Las que se hacen ensartando los jazmines por el tallo con un hilo o una horquilla, hasta formar una flor compacta.
Esta es para mi muy entrañable y familiar.
De cualquier manera, la biznaga es uno de nuestros símbolos porque es expresión de nuestra manera de ser, y asó lo han contado músicos y poetas. Desde los más sublimes, hasta los más populares. Los primeros han sido evocados con profusión, los segundos, menos.
De entre estos, me permito recordar a dos magníficos cantautores, juglares del siglo XX.
Uno, Joan Manuel Serrat que canta a los hombres que se enamoran de una piel que huele a jazmines, y el otro, el desaparecido Carlos Cano, que en una de sus coplas, identifica a Málaga con la biznaga.

Ay rosa, Málaga bella, biznaga de mi pasión,
donde yo aprendí a querer, donde conocí el amor.
Ay rosa, Málaga bella, biznaga del corazón.

Málaga y la biznaga. La biznaga y Málaga. Siempre juntas. En la poesía culta, y en la más popular.
Porque es expresión de nuestras tradiciones más auténticas. Unas tradiciones que, sin perder su esencia y su sentido, han ido acomodándose a la nueva Málaga de hoy. A nuestro tiempo.
A esta ciudad que ha evolucionado mucho y se ha transformado en los últimos años.
Me van a permitir, por ello, que aluda a uno de los principales factores de este cambio, que ha afectado positivamente en nuestros modos de comportamiento, y, en consecuencia, también al modo de entender nuestras tradiciones. Me refiero a la Universidad, cuya creación supuso un verdadero acontecimiento para Málaga y para todos nosotros.
Siempre he dicho que uno de los agravios cometidos con esta ciudad ha sido el haberle negado, hasta época muy reciente, una institución de educación superior en la que pudieran formarse los malagueños y malagueñas. Que no capacitara mejor a todos para enfrentarnos a nuestros problemas y responsabilidades de nuestro presente y de nuestro futuro.
Lo hemos tenido que hacer solos, supliendo con capacidades adicionales estos déficits de formación; y eso se ha reflejado también en nuestras tradiciones; en el modo de entenderlas y de conservarlas.
Recuerden si no, aquel viejo dicho que nos señalaba como “ la ciudad de la alegría, de las mil tabernas y una librería “.
Pues bien, esta ciudad, los malagueños y malagueñas de hoy, hemos sabido salir a la calle reclamando nada menos que la apertura de un museo, algo que, en otra época, hubiera parecido insólito.
El cambio ha sido indiscutible. Ahora estamos en mejor disposición de entender cuales son verdaderamente nuestras señas de identidad que, como sociedad dinámica que somos, se actualizan en lo accidental sin perder su esencia.
Estamos en mejor disposición para distinguir entre lo que es una auténtica tradición malagueña de otras manifestaciones que, aún siendo repetitivas, no tien entidad como para ser consideradas como tales. Algunas, incluso, que suponen una defensa a ultranza de ciertos comportamientos que a veces se invocan equivocadamente y que pode3mos considerar, si se me permite la expresión, como “ falso malagueñismo “.
Nada de esto ocurre con la biznaga, que es claro ejemplo de tradición enraizada en nuestro ser. Expresión de una manera de entender la naturaleza y nuestro modo de vivir.
Por lo que simboliza y por lo que encierra, la biznaga trasciende a su mera apariencia, a su hermosura; incluso a su valor icónico. Es además, un motivo, un pretexto, una ocasión.
Esta Fiesta que disfrutamos hoy es una manifestación clara de cuanto digo.
En torno a la biznaga, nos hemos reunido a festejar nuestra condición de malagueños y malagueñas en estos extraordinarios jardines, y nos ha permitido también hablar de nuestras propias cosas. De aquellas que, por ser nuestras, amamos y queremos mejorar.
Por eso felicito a los miembros de la Peña La Biznaga por cuanto hacen por nuestras tradiciones y por contribuir a hacer esta ciudad mejor. Como malagueño, se lo agradezco y les animo a seguir con sus ilusiones.
Y termino invocando unos versos de Arturo Reyes, poeta del Perchel, que amó a Málaga de una manera intensa.
El único bien que me deparó la suerte
fue en tu regazo ver la luz primera;
sentirme de tu mar a tu rivera,
así cegado por tu luz al verte.

Y esa luz es también la blanca luz de la biznaga.
Muchas gracias.


Finca La Cónsula
Málaga, 14 de Julio de 2007
José María Martín Delgado
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IMAGENES DE LA FIESTA. EDICIONES XXX A XXXIII
EN YOUTUBE
 


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estaba buscando otra cosa en msn y di con tu web.Por cierto muy buenos articulos
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