miércoles, 23 de julio de 2008

XXVIII FIESTA LA BIZNAGA

XXVIII FIESTA LA BIZNAGA

El día doce de Julio de 2003 es la fecha programada para esta XXVIII Edición, que se celebrará en los Jardines de la Finca La Cónsula con hora de 21.30 de comienzo del acto.
En esta ocasión, para el Cartel de la Fiesta, la Junta Directiva quiere gestionar la pintura de otro artista del pincel malagueño. El socio José Alberto Reina Domínguez, por la amistad que le une a la familia Rando, se acuerda de la magnifica pintura de Rando Soto y recomienda su obra para el Cartel.
Alberto Reina después de personalmente concertar una visita con D. José Rando Soto, me acompaña en unión de una comisión de directivos de la Entidad a visitar al Sr. Rando, exponiéndole la razón de nuestra visita, solicitándole la confección del Cartel para presentar la Edición de la Fiesta del año actual.
Después de explicarle nuestra solicitud y deseo le exponemos que la presentación de la obra se llevará a cabo en el Salón de los Espejos del Excmo. Ayuntamiento de la Capital con asistencia del Alcalde D. Francisco de la Torre Prados. Despues de un buen rato de exposiciones por parte del Sr. Rando nos confirma su colaboración con la creación del Cartel.
Tras un tiempo de reflexión para dar forma a su cartel, me solicita si conozco alguna chica de nuestras Misses que quisiera posar de modelo.
Expuesta su intención a Silvia Berlanga Ramos Miss Biznaga 1999 y Reina de la Feria del mismo año y a Dessiré Arias Moreno Miss Biznaga 2001 y 1ª. Dama de Honor en la Elección de la Reina de la Feria ( ver cartel foto de la derecha) , dan su visto bueno y se ofrecen para servirle de modelos para la obra.

La presentación del Cartel se llevó a cabo el día 27 de Junio de 2003 a las 21 horas, contando con la presencia del Alcalde de la Ciudad y el Presidente de la Federación de Peñas,así como un gran número de políticos, autoridades, Presidentes de Entidades, medios de comunicación tanto escritos como televisivos o radiofónicos. A la entrada del Salón de los Espejos las señoritas Susana Guirado y Anabel Ortiz Dama de Honor y Miss de la Entidad entregan una biznaga a cada una de las mujeres asistentes.

Al finalizar el pintor la presentacion de su obra en nombre de la Peña le impuse el Escudo de Oro de la Entidad, hecho que acogió complacido.
A la finalización del acto, el Sr. Rando en el momento de su marcha, se dirige al Presidente y comunica que al día siguiente mandaría a recoger el Cartel, pues bajo su consideración personal, al acto no asistieron los medios de difusión que el creía debieran haber asistido. Ante esta postura radical del pintor y como quiera que esta obra había sido una donación del mismo, me niego rotundamente a ello, siendo denunciado por el artista por apropiación indebida, denuncia que una vez fuí citado como Presidente por la Jueza y efectuada mi declaración con asistencia del Letrado D. Alberto Jiménez Herrera se dio el caso por concluido, sin que se volviera a molestar a ningún componente de la Entidad. La obra continúa expuesta en la sede social de la Peña.
José Rando en su primer encuentro conmigo después de la presentación del cuadro en el Ayuntamiento, sacó de su bolsillo el Escudo de Oro que se le había impuesto en el Acto, devolviéndolo con gran desprecio personal detectado en su gesto, ya que el quería el cuadro o su valor en euros, que el, subjetivamente había tasado en 9.000.- €. Aquí quedo plasmado el talante del Sr. Rando, que después de varias invitaciones a actos de la Entidad, donde, en conversaciones amistosas exponía su satisfacción de ser el artísta del cuadroy ufanandose por su donación a la Peña para que presentara la XXVIII Fiesta La Biznagas y que decía sentirse del barrio y como un socio más.
Antes de haber superado todas las piedras que dicho señor quiso ponernos en el camino, la Entidad, por medio de D. Rafael Trigos ya tenía Pregonero para la Edición, pues el honor de serlo, se le ofreció por medio de su persona a D. Diego Maldonado Carrillo, Concejal de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Málaga y Licenciado en Medicina especialidad en Pediatría. Con él, la Entidad tenía bien cubierto su figura principal en la Fiesta que es el Pregonero.
En el programa de arte, como quiera que el público sale encantado de los bailes del Grupo Pazos Danza de la Academia de Ana Puyol, ellos con dos bailes uno de ellos unas Malagueñas, dan por iniciada la función para que a renglón seguido sea Candy Gallardo quien tome la palabra para hacer la presentación del Pregonero Diego Maldonado dado que el anterior Pregonero, por motivos profesionales no podía estar presente en el Acto.
Candy Gallardo, con su don de facilidad de palabra que Dios le ha dado, concitó unas cuantas para dejar constancia del acto y seguidamente dar lectura del escrito remitido por Pedro Luis Gómez presentando al Pregonero de la Fiesta. Este seguidamente agradeciendo las palabras de Candy y las letras de Pedro Luis, tomó la suya y pronunció un bello Pregón en el que en un momento del mismo decía una frase que quiero resaltar : “ La Fiesta la Biznaga que la Peña la inició como suya ha dejado de serlo, para pasar a ser la Fiesta de Málaga “. Terminado Diego su Pregón, se le entrega su Biznaga de Plata como corresponde en cada edición a la figura principal de la Fiesta. También a la Sra. Pegy Warden esposa del Sr. Maldonado se llamó al escenario y se le hizo entrega de una biznaga natural por parte del directivo Andrés Vázquez.

Concluido el acto principal de la Fiesta como es el Pregón en el acto 5º Candy Gallardo solicita la presencia del directivo Francisco Martín que hace entrega de una Biznaga natural a Ana Puyol, en señal de agradecimiento por su actuación en el evento.

Continuando con el acto, Candy da paso a la actuación de Susana Lupiañez “ La Lupi “, cuadro Flamenco que dejó boquiabiertos a propios y extraños por su calidad artística en el baile. El Grupo tuvo una actuación pletórica de arte flamenco que emanaba de cada uno de sus movimientos.
Consumado el arte flamenco en la Fiesta, seguidamente subió al escenario una jovencísima cantante de copla como es Mara Diaz, que tras el exitazo de su antecesora lo tenía difícil, pero la voz que emitía su garganta era todo melodía y poderío, si éxito cosechó “La Lupi “ ella, no quedó por debajo, pues su voz hizo enmudecer al público que aplaudía a rabiar en el intermedio de cualquier melodía.

Para finalizar la noche del 12 de Julio de 2003, después de lo visto y oído, no había más remedio que seguir contando con algo bueno, y desde luego la pareja musical que hacen Luis y María mueve de sus asientos a cualquiera. Consiguieron ser el colofón de la Fiesta llevando a la pista al publico que se marcó unos cuantos bailes al son que marcaba María. La Fiesta continuó hasta muy altas horas de la madrugada.
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PREGÓN
XXVIII FIESTA LA BIZNAGA

Por: Diego Maldonado Carrillo
Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Málaga
Licenciado en Medicina


Excelentísimo Sr. Alcalde, Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades. Sr. Presidente de la Peña La Biznaga. Queridos Peñistas. Amigos y amigas:

Hace solo unos días Rafael Trigos y Paco Sánchez, sabiendo que podían abusar de mi amistad, porque para eso están los amigos, me pidieron que diera este Pregón. Ojalá que me lo hubieran pedido un poco antes, porque entonces habría tenido tiempo para escribirlo con más tranquilidad, pero la amistad es eso y muchas más cosas. La amistad es estar cuando a uno se lo piden y yo, hoy aquí ejerciendo de pregonero y amigo.
Y como no, de malagueño, que ama a su tierra y que siempre intenta reconocerla y quererla con sus virtudes y con sus defectos. Porque Málaga, queridos amigos, es tan hermosa que es capaz de conseguir que sus virtudes silencien con delicadeza y cariño sus propios defectos, como hace una buena madre, que realza lo bueno de sus hijos y procura silenciar lo menos bueno, y luego, como es natural, intenta corregir esos defectos. Y así es nuestra Málaga que con tanto acierto describe Manuel Alcántara. . .
Lo mejor del recuerdo es el olvido,
Málaga naufragaba y emergía . . .
Manuel, junto a la mar, desentendido,
hubo una vez un niño en la bahía.

Así ve Manolo Alcántara a nuestra querida Málaga desde la bahía. Un horizonte en el que a veces estaba y otras no, pero siempre acababa por aparecer como ahora. Porque Málaga tiene pulso, y tiene vida y la vida se la dan sus poetas, pintores, escritores, artistas y en definitiva se la damos los malagueños que amamos nuestra tierra y luchamos por ella.
Es un honor para mí disponer de este balcón de la naturaleza y de este mágico momento para poder pregonar ante vosotros la belleza de nuestra biznaga.
Y es que después de veintiocho años, ¿quién puede negar que este pregón tradicional y malagueño es un acto esperado?, ¿y porque no ?, imprescindible por genuino en nuestra geografía festiva y cultural. Nadie puede negar lo evidente, y evidente es también que esto ha sido posible gracias al esfuerzo, sin duda, paciente y generoso de las mujeres y los hombres que conforman desde su creación la Peña La Biznaga.

Gracias, de nuevo gracias con el corazón a todos ellos, sobre todo por hacer que exista esta noche en el calendario grande de nuestra Ciudad y también permitídmelo, gracias por hacerme hoy partícipe de ella.
Veintiocho años y otros tantos pregones y pregoneros. A lo largo de su existencia esta fiesta ha contado con unos pregoneros a la altura exacta de su lustre y brillantez. Por este espacio líricamente vegetal de la Cónsula han pasado entre otros, Manuel Alcántara, Mª. Pepa Estrada, Pedro Luís Gómez, Rafael Pérez Estrada, Francisco de la Torre, Eugenio Chicano. . . ¿ Que decir entonces que ya no haya sido dicho por ellos ?. . . Sin duda queridos amigos, es un reto difícil compartir con tan brillantes oradores este encargo que se me ha hecho.

¿ Y que decir de las palabras de presentación que ha escrito Pedro Luis Gómez ?. Sólo puedo decir que sigue siendo una lujo para Málaga tenerlo entre sus hijos más ilustres.
Gracias Pedro por estas palabras y también por tu amistad.

Como os dije al principio de este pregón, ante un ofrecimiento tan hermoso, que no podía rechazar, he decidido tirar por la calle de en medio, que aquí y ahora es el camino franco. Transitar el sendero ajardinado del corazón, que es el principal en estos trances. . .Para entendernos nosotros los malagueños: He resuelto tirar por la calle Larios de los sentimientos.
Y una vez decidido, pues, a aceptar el reto os aseguro con toda la pasión y todas las razones propias que al corazón importan, que el malagueño de pies a cabeza que uno es, admira y ama la Fiesta de la Biznaga por un conjunto de humanos motivos, distintos todos y todos de semejante valor:
Porque se trata de una fiesta, con la que este nombre encierra.
Porque siendo fiesta, y unívocamente malagueña, empapa a nuestra ciudad de tradición y sabiduría.
Porque empapando a Málaga de tradición e identidad, esta fiesta, y esto para mí es muy importante, hoy y siempre, empapa a nuestra ciudad de cultura.
Y porque, vocaciones y amores ciudadanos al margen, exaltando la biznaga, exaltamos la más delicada joya de la orfebrería aromática, una verdadera obra del arte antiquísimo de la fragancia.
Uno admira y ama esta Fiesta de la Biznaga, como he señalado en primer lugar, por su condición de fiesta. De cuando en cuando, hay que escabullirse de la vida cotidiana, desanudar los lazos que nos atan a los días laborales y embarcarse en brazos de lo lúdico y lo festivo, que son actividades desinteresadas, gratificantes y esencialmente libres.
Sin embargo, la Fiesta de la Biznaga no es, ni por su objeto ni por su vocación, una fiesta particular. Ni siquiera es ya la fiesta de la Peña La Biznaga, aunque a ellos se la debamos y nunca nos cansemos de agradecérsela. A esta celebración le ha pasado como a las coplas populares, que cuando las canta el pueblo ya son de todos y de nadie en particular, y así la Biznaga es la fiesta de una colectividad: fiesta ciudadana de Málaga, que tiene Málaga como objeto y que se proyecta en todos los malagueños, lo cual la dota de unos valores añadidos dignos de resaltar.

Manuel Altolaguirre, malagueño y poeta de nuestra Generación del 27, lo expresó de otro modo, igualmente bello:

Yo y la luz te inventaremos,
ciudad que ahora en un alba
de fantasía y de sol
naces al Mundo;
ciudad aún imprecisa,
con sangre, luz y ensueño
en tus blancas fachadas

Por fortuna entonces, allí donde no llega el historiador, llegan el poeta, el pintor, el músico. . . La intuición amorosa del artista nos alumbra el dilema con precisión y nitidez.
Podrán estar seguros queridos amigos de La Biznaga de mi sincero agradecimiento por haberme elegido Pregonero de vuestra Fiesta mayor y quiero que sepáis que considero un honor, como malagueño, pronunciar ya la clásica exaltación de nuestra biznaga, de ese rocío hecho flor, parafinas de belleza para quemadores que acompañan con su luz y su perfume las noches del estío malagueño.
Porque la Biznaga es símbolo de Málaga como también los son los boquerones de nuestra bahía.
Quiero traer ahora a vuestro recuerdo la más hermosa descripción de una noche malagueña. La que expresó en unos versos ya repetidos en este escenario el poeta Antonio Machado:

“ Junto al agua negra
olor a mar y jazmines.
Noche malagueña “
En efecto, no es malagueña la noche sin el olor a nuestro mar, ni malagueña puede ser sin la fragancia de las Biznagas.“Se vende olor“. . así pregonaban las biznagas en nuestra noche malagueña.
De ningún modo, de ninguno, podrá ser esta noche una noche de verano malagueña, sin la presencia viva del mediterráneo que guarda nuestra memoria bajo su espuma y del jazmín de Persia que habita entre nosotros desde tiempos inmemoriales. Menos aún una noche de verano como la de hoy, como la que hace ya un largo cuarto de siglo se viene celebrando en esta Cónsula que es también un poema para los ojos y los sentidos.
“ El jazmín es la fiebre del verano y endulza las pesadillas “, escribió Rafael Pérez Estrada y lo leyó aquí, en esta muestra antológica de poemas de todos los sentidos que es la Cónsula. Y aquí sigue estando Rafael con sus palabras y en los jazmines en su ser malagueño.
Esto es lo que tienen los poemas; Que nos expresan lo que hay que expresar en dos palabras certeras, o en dos versos profundos. Y Málaga es tierra de poetas y de jazmines. De orfebres de la palabra y de biznagas, que son la orfebrería suprema de la fragancia. Por eso, os repito que admiro y amo esta fiesta de hoy como la fiesta del verano malagueño, que lo es sin discusión por haber logrado implicar a la ciudad en la exaltación de una de sus señas físicas y líricas de identidad: la flor que no es flor, sino la flor malagueña de las flores, la biznaga.

La Málaga que es inglesa y mora, y a la vez andaluza, según el poema resuelto en ritmo flamenco de Salvador Rueda, la Málaga que cruza el río Guadalmedina y condecora el puerto, esa Málaga ha tenido siempre sus poetas y sus biznagas, porque las biznagas y os poetas son dos de sus señas de identidad más genuinas e ilustres. Y, gracias a vosotros, amigos de La Biznaga, tiene también desde hace más de un cuarto de siglo, en una síntesis perfecta de malagueñismo, su exaltación poética de la biznaga.
De esta exaltación forma parte, junto al Mediterráneo y al aroma dulce de Persia, nuestros pintores. No podía ser de otro modo, siendo Málaga la cuna, la luz, y la calle de pintores realmente extraordinarios. A la diestra dl divino Pablo Ruiz Picasso, “ el andaluza de las invenciones milagrosas y la intuición más sorprendente”, según otro ser divino, Federico García Lorca, a la diestra entonces Picasso, el más grande que hasta ahora han visto los siglos, se sienta un grupo numeroso de artistas malagueños de la pintura.
Uno de ellos, bien escogido entre los mejores pintores malagueños de hoy, nos pinta cada año la Fiesta de la Biznaga en imagen, la fiesta en dimensiones plásticas de colores. El Pregonero, sin desdeñas un instante su privilegio de serlo, siente una sana envidia por quién es capaz de dejarnos fijado en el lienzo un pregón para admirar siempre, en vez de estas palabras que el tiempo como viento se las va llevando, acaso en justicia, digamos que poética, pero justicia nunca deseada.
Estos sentimientos los reflejó, con la profundidad y delicadeza que le eran propias, Manuel Altolaguierre, en un poema titulado, “ A Picasso “.
He aquí los primeros versos:

“ Quien lentamente vivió
para su arte
me hace suplicarle al tiempo
que camine muy despacio.
Papeles, telas, murales,
Señalados por sus manos
Permanecen.

¡ Oh libertad prisionera !
¡ Oh vida en muerte !
¡ Salvador del tiempo !
¡ Óyeme !

Quisiera llenar las horas
como tú las llenas,
con el mismo ímpetu y freno
de tus líneas y colores ”.
José Rando Soto es el magnífico artista que ha pintado la obra, hermosa hasta en su fina sobriedad, que constituye el cartel de esta edición. Tras contemplar y disfrutar de estas dos mujeres, guapas y malagueñas como ellas solas, o, mejor dicho, guapas y malagueñas como ellas acompañadas la una de la otra, estas bellas mujeres que portan las biznagas luminosas, brillantemente blancas, con el Mediterráneo como fondo y las alegres sonrisas por bandera, sólo puedo darte, amigo José, la enhorabuena en nombre de todos los que admiramos el buen arte, el arte grande.
Hace unos días, en el acto de presentación de esta obra maestra que es el cartel de nuestra fiesta, el artista declaró que “vivía “ la biznaga, cuyo olor conocía desde la infancia. He aquí, más que una frase, un aserto, la expresión de una reacción química de validez universalmente malagueña, o malagueñamente universal.
Porque, yo ahora os pregunto, ¿ que malagueño no conoce, como ha declarado nuestro pintor, el olor de la biznaga desde la infancia?. ¿ Quién no percibe ese aroma intenso y perturbador como un olor sin edad, ya que la infancia, bendita ilusión, no tiene edad ?.
Tampoco yo recuerdo el tiempo en que descubriese, por vez primera, el olor de las biznagas. Esa primera vez hay que regalársela a nuestros visitantes, quienes suelen llegar a Málaga poco avisados de la posibilidad inmediata del prodigio. Visitantes que acaso hayan leído u oído hablar algo acerca de las biznagas, pero que ignoran que en las noches de verano te salen al encuentro, ¡ que prodigio que un aroma salga al encuentro del paseante !. Y así, de pronto, asisten deslumbrados a la sinfonía de fragancias que inunda el aire al paso de un biznaguero. Y se preguntan ¿ cómo puede una flor, o un adorno floral, conseguir ese efecto intenso, aromático, perturbador, único ?. Los visitantes si podrá, narrar al volver a su tierra, con el entusiasmo propio del descubridor, cuando avistaron por primera vez el olor prometido de las biznagas, pero nosotros hemos echado los dientes al paso e los biznagueros, nosotros, los malagueños, “ vivimos “ profundamente las biznagas, porque todos nacimos y crecimos mecidos por su olor único.

Creo que es este el momento de ponernos un poco serios. Bueno, quizás no serios, que ya, hemos destacado el carácter de auténtica fiesta de este acto, y la fiesta es intrínsecamente alegría, pero si de llevar a cabo una reflexión. Al hilo de los historiadores y de los poetas y, sobre todo, de nuestra propia condición de malagueño, sabemos sin un asomo de duda que la biznaga pertenece a Málaga, que es una señal malacitana de identidad como, por ejemplo, la Lex Flavia, o como La Alzaba y Gibralfaro, o como Pablo Picasso y la plaza de la Merced. Málaga se hace carne floral en la biznaga. El olor de Málaga es el olor de la Biznaga. La Biznaga es Málaga.
Y he aquí una reflexión: siendo la biznaga una seña de identidad de Málaga y siendo la cultura y la identidad ciudadana dos conceptos necesariamente vivos y recíprocamente complementarios, ¿ puede haber quien se resista a considerar la Fiesta de la Biznaga como un acto cultural de Málaga ? .
Yo confío en que no. Confío en que, de una vez por todas, la ciencia de la cultura haya dejado de deslizarse por la realidad de la fiesta como si la fiesta no existiera, puesto que, como ha demostrado y demostrado sobradamente el sabio húngaro Karl Kerényi, la fiesta de identidad en un concepto cultural. Por mi parte, como apunté en el inicio de esta exaltación, también admiro y amo esta Fiesta de la Biznaga por ser, no una fiesta cualquiera, sino una fiesta de la cultura malagueña.
Cuando Carlos Cano, el juglar granadino a quien le desbordó la vida de tanto amor que profesó a Andalucía, compuso una canción emocionada en honor de Miguel de Molina, “Dormidos entre rosas “, creó una metáfora explícita y malagueña para narrar la nostalgia del artista por su ciudad madre. Seguro que conocen los dos versos que dibujan esa imagen hermosísima:

¡ Ay, rosa, Málaga bella,
biznaga del corazón !

Aquí Málaga es, en el recuerdo de Miguel de Molina, la biznaga de su corazón.
Otro de nuestros ilustres, Emilio Prados, escribió al inicio de uno de sus libros de juventud, titulado “ Canciones del farero “, la siguiente advertencia lírica: “ Estas canciones, ni tienen ni quiero que tengan mas consistencia que la espuma del mar “.
La espuma del mar y de los jazmines como espumas de las biznagas son la visión, el color y el aroma inconfundible de nuestra ciudad, la noche malagueña que fijase , sin mejoría poética posible, Don Antonio Machado. La biznaga y la espuma, la espuma y la biznaga, que arrastran consigo una paradoja la mar lírica: siendo fugaces en su existencia, permanecen en el recuerdo de lo que Málaga es. Son, así, la fugacidad y la leyenda.
De entre mis motivos del corazón razonable para amar y admirar esta Fiesta de la Biznaga, el último o el primero, quién sabe, es, simplemente, la biznaga. Ver para creer, y en verdad que no hay más que verla y olerla para creerme, para creeros a todos vosotros, que le profesáis, con justicia estética, una devoción reverencial. No te faltan rendidos admiradores a la biznaga, como tampoco la han faltado sus poetas. “ La Capilla Sixtina de la fragancia “, la definió aquí Manuel Alcántara, y estoy por ejercer de adivino lúdico y predecir que esa definición pasará a la Historia.
A mí, que no soy poeta ni está entre mis vanidades imposibles el serlo, me cautiva poderosamente de la biznaga su no ser. O dicho de otro modo, su ser un artificio natural, el feliz maridaje entre la naturaleza y la imaginación humana. Pues siendo un prodigio floral, no es la biznaga una flor. ¿ Quién entiende esto ?. Lo entienden todos a quienes, una noche de verano malagueño, les sale al encuentro un biznaguero.
¡ Parla ! ¡ Habla ! . Cuentan que le susurraba Miguel Ángel Buonarroti a su Moisés. Y lo cierto es que, a los ojos de quienes la veían y admiraban, la escultura hablaba sin hablar, en realidad sigue hablando a través de los siglos, porque habla por boca del arte. A la Capilla Sixtina de la fragancia, nuestra biznaga, no hay mas verla y olerla para creer en el milagro de su existencia. Por eso, por no ser yo poeta, sólo soy capaz de expresaros que una biznaga me parece la más alta orfebrería aromática que nunca haya podido imaginarse.
También a la imaginación creadora se entregaron, hace nada menos que veintiocho años, los entusiastas amigos de la Peña La Biznaga, regalando a Málaga esta Fiesta que hoy me honro en pregonar. Más creo llegado el momento de ir clausurando estas palabras, porque la noche malagueña también es breve. Y por breve, y `por mediterránea, y por fragante, merece ser disfrutada en todo su aromático esplendor.
Hablar de la biznaga es hablar de Málaga, y viceversa. No me cabe ninguna duda de que todos los que aquí nos encontramos, amamos hondamente a nuestra ciudad, que es la ciudad del paraíso de Aleixandre, si, pero también para nosotros la ciudad en la tierra, y a ella le deseamos lo mejor para este siglo XXI que apenas hemos iniciado.

“ Tiro los ojos a Málaga
y la sangre se alborota.
cosida a la piel del corazón
con hilo de plata. “

Yo también, con estos versos de Carlos Rodríguez-Spiteri, tiro los ojos a Málaga, y veo muy probable que este siglo XXI malagueño sea, entre otros emblemas ciudadanos, el siglo de Pablo Ruiz Picasso y el de la nueva calle Larios. Eso, ya os digo, lo considero muy probable. Más lo seguro es, que será, como cada siglo, el siglo de la biznaga. Que los miles de visitantes, que acudan a nuestra ciudad para admirar las obras y conocer la casa natal del genio de la pintura, se sorprenderán al encuentro del olor único de una biznaga malagueña. Y que por las aceras transitadas de nuestra señorial calle Larios se aspirará con deleite el aroma que los Biznagueros vayan apareciendo.
Ya rememos. Quien no lo podrá ver es José María Martín Carpena, el ciudadano malagueño a quien un día, hace solo tres años, segaron la vida cuando acudía a esta Fiesta. Lo escribió hermosamente Aurora Luque:
“ La biznaga fue símbolo esa noche de una civilizada manea de vivir “.

Ojalá esta Fiesta nunca olvide al ciudadano José María, y así nunca deje de ser lo que es: Una civilizada manera de vivir la biznaga, que es vivir civilizadamente la cultura de nuestra querida Málaga.

Diego Maldonado Carrillo

12 de Julio 2003
Finca La Cónsula


IMAGENES DE LA FIESTA. EDICIONES XXVI A XXIX
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