jueves, 24 de julio de 2008

XXX FIESTA LA BIZNAGA

XXX FIESTA LA BIZNAGA
Para el día 9 de Julio de 2005, D. José Atencia García, Licenciado en Medicina, Hermano Mayor de la Hermandad Nuestra Señora de la Victoria e Hijo Predilecto de Málaga por la Corporación del Ayuntamiento de Málaga, que preside el Alcalde de la Ciudad D. Francisco de la Torre Prados, es la persona en la que va a recaer la responsabilidad de llevar a cabo el Pregón de la XXX edición Fiesta La Biznaga.
Con fecha 7 de Febrero de este mismo año, Alfonso Ruiz González que llevaba una larga trayectoria como Directivo y Vicepresidente en la última Junta Directiva de Andrés Vázquez Lobato, accede a la presidencia de la Entidad por votación unánime, toda vez que el anterior Presidente dio por terminado su mandato presentando su dimisión y convocando nuevas elecciones en las que habiendo presentado su candidatura salió elegido Presidente.
Como quiera que el nuevo Presidente había estado en mi Junta Directiva, durante muchos años, me confiere la confianza para la elección del Pregonero ya mencionado y ya por el mes de Mayo se mantiene una reunión para el Presidente conocer personalmente al Pregonero y agradecerle su aceptación, trasmitiéndole los pormenores del Pregón y la Fiesta en si.


Presentación del Cartel en el Salón de los Espejos. Obra realizada por Manuel López Fernández. Junto a autoridades, Pregonero, artísta y Presidentes posan las Srtas. Lidia Melendez y María Fernández Misses de nuestra Entidad.


Igualmente el Presidente me confía la elección de la persona que nos cree el Cartel, y tras unas cuantas entrevistas con Manuel López Fernández que me fue presentado por D. José Sánchez Rosso, éste acepta el reto y seguidamente se lo transmito al Presidente creándose con el artísta un buen grado de amistad y colaboración con la Entidad por parte del Sr. López Fernández.
Manuel López crea una bella obra inspirado en su esposa con una penca de biznagas y el edificio del Ayuntamiento y la Farola del Puerto a sus espaldas. Su presentación se llevó a cabo como en años anteriores en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de Málaga, acto al que asistieron D. Diego Maldonado Carrillo Concejal de Cultura en representación del Alcalde, D. José Atencia García pregonero y D. Jesús González Presidente de la Federación Malagueña de Peñas Centros Culturales y Casas Regionales La Alcazaba, además de una gran asistencia de medios de la información y representantes de Entidades
Alfonso Ruíz, con una ya dilatada vida peñística como persona trabajadora y constante, comienza a programar la edición de la presente Fiesta. Para ello lo primero que contacta es con Ana Puyol, para que sea su Grupo que tanto éxito viene consiguiendo cada año, para que en esta edición repita actuación hecho este para lo que Ana está siempre dispuesta.
En el apartado del espectáculo principal contrata al Ballet Capricho Español, que consigue un brillantísimo éxito en la Fiesta, sirviéndoles de trampolín para otras actuaciones importantes en la Capital.La noche se termina bailando al ritmo que marca la Orquesta Mascarada.
Antonio Montiel una vez iniciada la Fiesta procede a la presentación del Pregonero Hijo Predilecto de Málaga D. José Atencia, quien una vez subió al escenario agradeció sus palabras al pintor Pregonero anterior de la Fiesta.

María Fernández y Amara Tempa, reinas de la Peña repartiendo biznagas a la entrada de la Fiesta, junto a ellas Antonio Montiel, Alfonso Ruiz, Andrés Vázquez y Paco Sánchez.


Concluido el Pregón el presidente accede al escenario para entregar el símbolo de la Entidad confeccionado en Plata de Ley solicitándole plasme su firma en el libro de Oro de la Entidad.
Anteriormente a este momento se hace entrega a Antonio Montiel una placa recordatoria del momento de su presentación.
Para fin de Fiesta se contrató a un dúo músico vocal que amenizaron la noche como cada año para mantener en el recinto a los asistentes bailando al son de la música que iban marcando.
Nueva satisfacción por el correctísimo devenir del acto que se puede contar entre los éxitos de organización.

PREGÓN
XXX FIESTA LA BIZNAGA


Por: José Atencia García
Hijo Predilecto de Málaga
Lcdo. en Medicina


Iltmo. Y Excmo. Sr. Alcalde de Málaga.

Dignísimas autoridades,

Sr. Presidente y Junta Directiva de la Peña La Biznaga.

Sras. Y Sres.

Hace ya un año, en un restaurante del Puerto de la Torre, un amigo nacido en Cortes de la Frontera, propietario del mismo y vecino de Málaga, se acercó a mi y me dijo: Tu tienes que hacer el año que viene el Pregón de la Biznaga.
Yo acababa de pronunciar el de las Hermandades y Congregaciones de Gloria y estaba en la creencia de haber terminado una labor y tomé aquello como una sencilla frase amable, pero después su primo y también amigo mío, y el Presidente de la Peña me recomendó este trabajo, que ha de coincidir con el treinta aniversario de estas celebraciones.
Yo, que estoy en otra galaxia, le dije que mis pregones eran más de tipo religioso y relacionados principalmente con la Semana Santa. Creía y sigo creyendo que este tipo de intervención en público era para otras personas de mayor relieve que el de mi modesta persona, como lo fueron mis antecesores, porque en la lista de ellos hay ilustres poetas, jurisconsultos, catedráticos, periodistas y, si no, vean unas lineas de algunos de ellos tomadas al azar de sus bellos pregones.
Rafael León, en 1969 en el Club El Candado a unas jóvenes que vestían de largo les dijo: “ Ya sabíais que el jazmín es como una estrella gratuita que esparce su profunda luz en los jardines. Y seguramente os habíais preguntado por esa luz y por esa estrella, y por cual es su recaudo. Porque las estrellas, ya lo sabéis, tiene siempre algo que decir. Las que veis en el cielo, como esta noche, están allí para que algo no se olvide. Y las que vienen, vienen para enseñarnos algo. Por eso, hasta los Reyes de Oriente, que lo querían saber todo, tenían en sus palacios unas altas torres terracitas, y desde allí escudriñaban el cielo en busca del recado de una estrella nueva que pudiera de pronto aparecer como un jazmín en vuestros jardines.
Y yo os digo que si el mundo se conmueve por una estrella, vosotras sabéis bien que, decenas de estrellas, centenares, millares de estrellas, constelaciones de estrellas de jazmín en vuestras biznagas, conmueven algo más grande que el mundo entero, aunque muy frágil y más oculto; conmueven algo más perenne, aunque discreto; conmueven nada menos que el jondo pozo del corazón del hombre.”

Paco Fadón, allá por el año 1977, proclamaba:
“ La biznaga es blanca, blanca como la luz que penetra por la ventana en la amanecida, como limpieza suma, como la nieve recién caída cuando sobre ella aún no se ha puesto la planta del pié. Es un cocktail de jazmín oloroso, fragante, y un tallo en forma de sombrilla que se ofrece generoso a ser simplemente soporte. Un soporte para la flor, el color y para el olor”

Y mi admirado Manolo Alcántara. El 14 de Julio de 1979.
“ Pasen señores, pasen y vean como en todas las ciudades del mundo, Málaga se lleva la flor, que las otras no. Pasen, señores y señores, que va a empezar la V Fiesta de la Biznaga, que es al mismo tiempo la flor y nata, el emblema de Málaga y su espuma terrestre. Pasen. Señoras y señores, que comienzan las fiesta y se congregan los jazmines y por fin sabemos cual es la flor de la maravilla.”

Y José Federico de Carvajal, Presidente del Senado, el día 16 de Julio de 1983:
“ El jazmín en la biznaga me lo ofrecen a la orilla del mar. La blanda ola que se duerme en la playa. En la playa que sueña. Y yo cojo la biznaga y la ofrezco, ojos glaucos, ojos verdes, que se confunden en el mar. ¿ Hay algo mejor que una biznaga para ofrecer a una mujer ?. Perfume, flor y verso, y amor y pueblo, pétalo a pétalo, puesto en la biznaga “.

Y Pérez Estrada el 12 de Julio de 1986, dijo:
“ Quién frente al Mediterráneo contempla la luna vuelve a hallarla sumergida en la profundidad del mismo en el espejo del mar. Y quien en una noche andaluza contemple, evoque y mire las estrellas encontrará una réplica en el estilo exacto de un jazmín enredado en el balcón del sur. “
Casi nada se ha dicho en estos cinco ejemplos de pregones, y ahora soy yo quién está aquí, y cuando termine de cansaros podréis apreciar por qué dije que era poco posible igualar estas manifestaciones sentidas, llenas de poesía y encanto de quienes me precedieron en esta tarea.
Dicho esto, y en este marco incomparable de la Cónsula, la que casi he visto nacer y que correteaba de niño durante mis estancias en estos bellos parajes de Churriana, donde entonces conocí, el paso del tren a Coín, el Salón Variedades de los Peláez, la casa del alcalde de aquellos tiempos don Benito Ortega, la Plaza de la Higuereta, y la calle de las Cruces, desde donde vi subir por la calle Málaga el 15 de Abril de 1931 una muchedumbre de mujeres vestidas de rojo, amarillo y morado y de hombres que enarbolaban un gran retrato del Rey Alfonso XIII, al que, dándole escobazos, manifestaban su júbilo por la llegada de la Segunda República. Son sucesos que alguien, que me está fraternalmente próximo y por quién llevo luto, ha detallado en una autobiografía suya, aún inédita.

Y esta Cónsula, esta finca llamada así porque era una propiedad del cónsul de Prusia y que no era la seguramente mejorada de ahora, más rústica entonces pero con sus jardines de ensueño, con una flora para mí desconocida entonces, con sus paseos, sus fuentes y sus juegos de agua y sentidos, y su idílica paz y su frondosa alameda. Esta Cónsula que sirvió de refugio ( o de escandaloso escenario ) a Ava Gardner y a Ernest Hemingway.

Pues bien, aquí estoy para dar el Pregón de la Biznaga en su treinta aniversario, agradeciendo al Presidente y a todos los miembros de su Junta Directiva, la designación que en mi se ha hecho.

Y gracias, querido presentador, por tus palabras; has cumplido con un deber fraternal al presentarme. Hace años que nos conocemos, y a tu generosidad, y no a tu justicia, debo cuanto has dicho de mi. Que Dios te lo pague con todas las creces que Él sabe, como yo te lo agradezco de corazón.

Pero tus palabras hacen más difíciles estas palabras mías, que venían avergonzadas sabiendo que habían de mirarse en el espejo de los pregoneros que me han precedido, y a cuyos autores, a todos y cada uno de ellos, les expreso el sentimiento de mi admiración y respeto.

Y hablemos ya de la biznaga, del color blanco, blanco, muy blanco; de los jazmines, que son los que acompañan a las manifestaciones gozosas de los humanos. Evocan la inocencia, la alegría, la pureza, y suscitan la admiración.
El blanco de mis jazmines, que era el color de las banderas ( y del luto ) de los califas omeyas cordobeses, el color de la luz opuesto al negro, que es el color de las banderas y los lutos y tinieblas de los abasidas.

Toda la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, pone de blanco el resplandor, la blancura de los seres que llegan al cielo, ya se trate de hombres vestidos de blanco o de los ángeles mensajeros de Dios “ con una vestidura resplandeciente “ o, ya en el Testamento Nuevo, del “ Hijo del Hombre, de Cristo mismo, que anunciaba el anciano de días “, con una vestidura blanca como la nieve o el jazmín, y cabellos puros como la lana.

Las flores blancas en los altares refulgen frente a otros colores y sobre todo en las vírgenes de una manera colosal. Yo he visto muchos años a Nuestra Patrona la Virgen de la Victoria exornada en la Catedral con pencas de biznaga y ha sido siempre un espectáculo de olor y color inusual.

Y en todas parte de nuestra Málaga, en todos los jardines que se precien, hay un jazmín trepador, desde el arriate por la blanca medianera agarrado al alambre, o en el patio de vecinos de los pocos que aún quedan, plantados en las macetas de barro o en las viejas latas de pintura, sirviéndole de guía la inevitable cañita que orienta su cualidad trepadora. Planta de ordeño que, cómo las vacas, deben ser atendidas a diario, ya que mientras más jazmines se cogen más salen. Yo creo que todavía está viva la imagen de las señoras que al regresar de su compra, se paran en cualquier lugar a recogerlos cuando desbordan las tapias o cercas de los jardines.

De los jazmines podríamos decir que se les encomienda una doble función. Por un lado, aunque no en Málaga, se depositan en un plato con agua que, colocado en la mesilla de noche, sirve para ahuyentar los mosquitos y como ambientador. Una segunda función consiste en ensartarlos en una horquilla, uno a uno, hasta fabricar una moña, como se hace en Córdoba, moña que se ponen en el pelo las señoras o señoritas, a las que daban gran prestancia y belleza y profundo aunque efímero perfume.

Hay jazmines de todos los colores y para todos los gustos: el amarillo, el común, el azul, el de China, el de San José. Está el jasminum nudiflorum, el polianthum, el revlutum. . . Pero a nosotros sólo nos interesa el jasminum oficinale, que procede de Persia y que entró en 1550. Su nombre procede del árabe-pérsico yasmin,. Que quizás aluda a sus flores blancas. Se trata de un arbusto de tipo sermentoso, de 4 a 6 metros de altura, provisto de ramas verdes y angulosas y de flores caducas o casi opuestas, con de 5 a 7 foliolos opacos y blandos. Flores blancas, muy perfumadas, reunidas en pequeños ramilletes subterminales. Florece entre junio y septiembre y puede cultivarse en maceta.

El aceite de jazmín es antinflamatorio, antiséptico, analgésico y expectorante. Es un poderoso antidepresivo y produce sentimientos de optimismo y euforia. Añadido al baño puede aliviar problemas menstruales y espasmos musculares.

Por su parte, la biznaga es la zanahoria silvestre, y su nombre procede del mozárabe bisnaga, y éste del latín pastinaca, nombre de la alcachofa en aquella lengua. Se trata de la Anni Visnaga, una planta anual que alcanza hasta 1 metro de altura. Las flores se disponen en umbelas que pueden llegar a tener hasta 100 radios, que es donde se insertan los jazmines y que sirve como remedio contra los cólicos nefríticos y para la alopecia, además de utilizarse como diurético.
Finalmente el conjunto formado por los tallos secos de la achicoria silvestre insertados de jazmines, se clavan en una penca de chumbera, de oportuna ficus-índica, y el milagro vegetal queda completo, como un exvoto para la Santísima Trinidad.

Cuando el artesano biznaguero coloca los blancos jazmines sobre una penca, el conjunto que se aprecia es un destello luminoso que transmite una aroma que envuelve cuanto rodea de una fragancia dulce y embriagadora. Esta flor, tal y como la vemos dispuesta en nuestra ciudad, es única, y es que prácticamente la unión del jazmín, de la umbela y la penca, entusiasman al hombre y, puesta en la mujer, que ya es bella, la más bella aún.

Y por las calles la pregonan con aire castizo y malacitano los biznagueros, recordándonos a Salvador Gaitán que las pregonó durante muchos años con su habitual atuendo: camisa blanca, negro pantalón abotinado, que sujetaba con su faja azul o roja. Se ponía el sombrero que llamamos cordobés graciosamente echado hacia atrás, mientras con la mano izquierda levantaba la penca, donde iban hincados los tallos secos de las umbelas de la biznaga ( que en lo antiguo sirvieron de mondadientes ) y en cada uno de los palitos, los jazmines embutidos formaban el resultado inimitable de la artesanía jardinera de nuestra ciudad. Su mano derecha apoyada por el borde del pulgar junto a la comisura de la boca, serv´´ia como de pantalla para encarar el pregón. Para lanzarlo a los cuatro vientos haciía un alto en el camino y con aire de “ soleá “ cantaba un elogio de su olorosa mercancía, con un himno a su patria chica: “
¡ Niñas, las biznagas;
las de Málaga,
que son las que mas huelen ! “

Y esta Málaga que es un prodigio de cales, sol, yodo y flores donde recibimos de nuestros antepasados jardines como los del Parque, Puerta Oscura, la Alameda, y otras heredades como la Fionca de la Cónsula en la que estamos, la Concepción, San José y tantos y tantos otros llenos de flores mediterráneas y tropicales. En esta tierra donde tantas flores se cultivan y miman, donde tanta flor alba nace porque aquí están las magnolias, las rosas blancas, los albos gladiolos, las gardenias, las camelias nítidas, las blancas plumarias, el albo estramonio, las claras adelfas, el azahar, el limpio estoraque, las claras cremátides, la anémona nívea, la peonia cándida, el blanco crisantermo, el blanco nenúfar, la convalaria, los jacintos blancos, las azucenas, la hermosa de día, la flor del almendro, la cala, los geranios blancos y los claveles también blancos.

Todas niveas, todas albas, todas importantes, pero como el modesto jazmín ninguna, y como tú, penca que reúnes cincuenta o setenta biznagas, ninguna, porque tu eres más malagueña que la Farola, más malagueña, y más antigua que la Catedral, y has llenado el cielo de Málaga y las calles de tu ciudad con el aroma más inconfundible.
Cuántas noches de verano nos ha dado tu refrescante olor en cualquier lugar. Tú, biznaga, estás en esta ciudad a la que Spiteri dijo: “ que le quema la piel “, y Souvirón afirmaba : “ que era hermosa en el recuerdo y en el regreso “. Y siempre, biznaga, estarás en la ciudad de la que Vallejo dijo: “ Málaga, no te vayas con tu nombre “ y “ deslumbrante de luz frente al índigo oscuro de su mar “.

Y estarás en la Caleta, en el Limonar y en Miramar, y en todas las modernas urbanizaciones creadas en esta nueva ciudad, y en Capuchinos, y en la subida a los Montes, y en Barcenillas y en las Lagunillas, en Ciudad Jardín y en el Palo, en lo que queda de los Percheles, en el altozano y en el rebalaje.
Eres, biznaga, mi vecina predilecta, y de vecino a vecina te digo que mañana voy a la Victoria, a nuestra Patrona, una penca de tus flores, cuyo olor conoce perfectamente. Se la pondré a los pies para que perfume su camarín.
Mi recomendación a las señoras y a las jóvenes que a veces va con rpisa, es que cuando pasen por donde haya una planta de jazmines, deténganse y cojan yno o dos y aspírenlos. Les reitero que este perfume en estado puro no lo van a encontrar jamás en otro lugar. Y si otra mujer les reprocha ese hurto levísimo, digan ustedes lo que dicen otras: “ Señora, no se sea egoísta; totá he cogio dos na “.

Y antes de marcharme quiero tener un recuerdo para ese concejal que ahora hace 4 años venía a estar con todos, a disfrutar de esta fiesta, y al que unas manos asesinas se lo impidieron. Yo no he olvidado lo que escribía Álvaro Delgado Gal en W” El País “ de 18 de Julio de 2000, y que finalizaba: “ José Mª. Martín Carpena nunca estará en la oscuridad: el blanco fulgor de la biznaga siempre estará en él “

Muchas Gracias

José Atencia García
Finca La Cónsula
9 de Julio de 2005


IMAGENES DE LA FIESTA. EDICIONES XXX A XXXIII
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